miércoles, 19 de junio de 2013

El flúor en la prevención de las caries

Está demostrado científicamente que existe una relación inversa entre las caries y la ingestión de flúor, principalmente durante la etapa de formación y desarrollo de dientes (hasta los 12-14 años).
Actualmente, se insiste en la aplicación de flúor sobre los dientes, ya que éste se acumula en las capas superficiales del diente, sobre todo en el esmalte, haciéndolo más resistente. El flúor es excretado por la orina y el sudor, pero la ingestión excesiva hace que se acumule en cantidades perjudiciales para el organismo.



En condiciones normales, el flúor está presente en pequeñas cantidades en nuestra alimentación y en el agua mineral. Los mariscos, el pescado y el té son ricos en flúor. A nivel social, se ha añadido flúor (fluoruro) al agua potable en muchos países. Se considera que una parte por millón de este elemento es una dosis segura y suficiente. En el esmalte de un diente normal, el contenido de flúor es de 100 mg, por gramo, aproximadamente.

La medidas preventivas más recomendadas contra la caries son:


  • Ingerir menos alimentos azucarados.
  • Cepillarse los dientes en la forma debida inmediatamente después de las comidas. 
  • No ingerir alimentos entre comidas, y menos aún dulces. 
  • Visitar al odontólogo periódicamente para controlar la presencia de zonas desmineralizadas y placa acumulada, para proceder a su tratamiento. 

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